Guía para prevenir mala higiene personal - Consejos prácticos
Usar desodorante puede ayudar a reducir el olor corporal y generalmente se considera parte de una buena higiene personal.
La higiene personal es extremadamente importante para la salud y la gracia social, ya que una mala higiene personal puede ser perjudicial para ambos. La primera y más importante parte para evitar una mala higiene personal es identificar y corregir cualquier problema de higiene existente. Al hacerlo, es importante desarrollar y ceñirse a un régimen rígido de higiene personal que incluya una variedad de prácticas diarias, así como algunas prácticas que se realizarán con regularidad pero con menos frecuencia. Puede ser difícil mejorar con éxito la higiene sin intervención externa, por lo que buscar el consejo de amigos y familiares puede ser muy útil. Pedir consejos sobre higiene puede ser muy difícil e incómodo, pero los amigos y la familia pueden ofrecer una ayuda valiosa y ciertamente apreciarán los intentos de mejorar la higiene.
Ver a un higienista dental con regularidad es importante para una buena higiene personal.
Admitir que uno tiene una mala higiene personal y hacer el esfuerzo de corregir problemas específicos de higiene es el primer y más importante paso para cultivar una buena higiene. Algunos problemas pueden ser evidentes y fácilmente corregibles, como baños poco frecuentes o cuidado dental personal deficiente. Otros pueden ser menos evidentes, sobre todo si uno se ha acostumbrado a ellos. Como tal, es posible que uno deba realizar algunas investigaciones leyendo libros, buscando en línea o preguntando a amigos y familiares para determinar las mejores formas de mejorar la mala higiene personal.
Cepillarse los dientes dos veces al día es un aspecto de una buena higiene personal.
La corrección de los problemas más fundamentales no tendrá un efecto duradero en la mala higiene personal a menos que uno desarrolle y se adhiera a un estricto régimen de higiene. Un régimen básico podría incluir el baño diario, el cepillado y la aplicación de desodorante, así como el uso de hilo dental, que se puede realizar varias veces al día. Otros aspectos regulares de la prevención de una mala higiene personal pueden implicar mantener el cabello a una longitud manejable, ver a un higienista dental un par de veces al año y enfrentar problemas específicos como el mal aliento o el olor corporal. Una vez más, pedirle a sus amigos y familiares que le indiquen cualquier problema de higiene puede ser de gran ayuda para prevenir una mala higiene.
Lavar el cabello con champú evita la mala higiene.
Aunque no es un aspecto directo de la higiene personal, trabajar para mantener condiciones de vida limpias y ordenadas puede ser de gran ayuda en el intento de prevenir una mala higiene personal. Los problemas de limpieza personal se vuelven más evidentes cuando se los compara con un entorno limpio y ordenado. Además, los entornos sucios, en particular las sábanas, la ducha y otros accesorios domésticos de uso frecuente, pueden afectar drásticamente la higiene. La prevención de la mala higiene personal a menudo implica un cambio drástico en el estilo de vida, y alterar el entorno para reflejar ese cambio puede ser de gran ayuda para garantizar que los cambios no sean temporales.
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