¿Cuál es la diferencia entre capital fijo y capital de trabajo?

El capital de trabajo es la cantidad de dinero con la que una empresa tiene que hacer negocios.

El capital fijo y el capital de trabajo son dos activos muy importantes en la función continua de casi todos los tipos de negocios. Cada tipo de capital aporta diferentes beneficios a la empresa y permite seguir produciendo bienes y servicios que, a su vez, se ofrecen a la venta a los clientes. Si bien ambos se utilizan para perseguir un objetivo común, la naturaleza de cada grupo de activos es algo diferente.

El efectivo disponible se considera capital de trabajo.

Una de las principales diferencias entre los dos conceptos tiene que ver con sus respectivos roles. Los activos de capital fijo son aquellos que se consideran a largo plazo o duraderos y que pueden usarse repetidamente durante un largo período de tiempo como parte de la operación comercial. Los ejemplos incluyen la instalación física que es propiedad de la empresa y está operada por ella, el equipo que se utiliza en el proceso de producción y otras propiedades que se utilizan a diario para permitir que la empresa funcione. El capital fijo se puede utilizar durante años antes de que sea necesario reemplazarlo.

Por el contrario, el capital de trabajo se refiere a los activos que se adquieren y luego se utilizan en operaciones comerciales durante un período de tiempo más corto. Esto puede incluir efectivo que ingresa al negocio desde diferentes fuentes y se utiliza para comprar materias primas, administrar deudas y cumplir con las obligaciones que la empresa contrae como parte de su operación general. Teniendo esto en cuenta, se hace más clara la diferencia entre los dos tipos de capital, uno relacionado con los activos que brindan beneficio durante mucho tiempo (a esto se refiere el "fijo"), y el otro que tiene que ver con los activos que se reciben constantemente y se consumen con la misma rapidez como parte del esfuerzo empresarial (esto es a lo que se refiere el "trabajo").

La mayoría de las empresas requieren tanto capital fijo como capital de trabajo para funcionar. Incluso si una empresa alquila su ubicación física (en lugar de poseerla), existe una buena posibilidad de que la empresa aún posea algún equipo que es esencial para la función continua de la operación. Al mismo tiempo, un flujo constante de efectivo proveniente de la venta de bienes y servicios, préstamos comerciales y líneas de crédito comerciales permite cubrir los gastos del día a día de la operación y promover la generación de ingresos. Mantener un inventario continuo de ambos tipos de capital y administrarlos adecuadamente contribuirá en gran medida a garantizar que la empresa pueda crecer y prosperar durante muchos años.