Función del Receptor de Insulina: Guía y Significado

Significado | Concepto | Definición:

La función de un receptor de insulina es controlar el movimiento de la hormona insulina desde el torrente sanguíneo hacia ciertos tipos de células. La insulina, que es crucial para muchos procesos celulares, participa en el metabolismo de los carbohidratos y las grasas al proporcionar combustible a las células mediante la regulación de la glucosa y el almacenamiento de grasa corporal.

Comer demasiado y hacer muy poco ejercicio puede provocar procesos defectuosos de los receptores de insulina , lo que puede provocar resistencia a la insulina y diabetes .

El consumo de azúcares refinados hace que el páncreas secrete demasiada insulina.

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No todas las células tienen receptores de insulina. Las células que sí incluyen células musculares y grasas. Un receptor de insulina responde a la necesidad de insulina de una célula moviéndose hacia adelante y hacia atrás desde la superficie hasta el interior de la célula.

La regulación ascendente es cuando los receptores de insulina se mueven a la superficie de la célula. La regulación descendente es cuando los receptores se mueven hacia el exterior.

Comer en exceso puede hacer que un receptor de insulina deje de funcionar correctamente.

En las células musculares, los receptores permiten que tejidos musculares específicos, como los de partes del cuerpo que se han ejercitado, tomen insulina cuando sea necesario. Por ejemplo, cuando un fisicoculturista que estaba entrenando con pesas la parte superior de su cuerpo luego coma, las células musculares de la parte superior del cuerpo estarán reguladas y, por lo tanto, tomarán insulina, lo que les permite absorber glucosa y repostar.

Las células musculares de las piernas, sin embargo, no necesitan repostar, por lo que estarán en un estado regulado a la baja y no recibirán insulina.

Algunas personas que desarrollan diabetes tipo 2 son resistentes a la insulina.

Las acciones de la insulina para eliminar la glucosa de la sangre, que son habilitadas por los receptores de insulina, también ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

Esto es importante porque algunos tipos de células, como las células nerviosas, no tienen receptores de insulina y no utilizan insulina para regular la ingesta de glucosa. Estas células absorben glucosa por difusión y se ven muy afectadas por los niveles de glucosa en sangre.

Los receptores de insulina que funcionan mal pueden requerir que una persona se autoinyecte la sustancia en su propio cuerpo.

Comer en exceso, la falta de ejercicio y las predisposiciones genéticas pueden hacer que un receptor de insulina deje de funcionar correctamente. Los receptores de insulina que funcionan mal pueden provocar resistencia a la insulina, que ocurre cuando hay muy pocos receptores de insulina en las superficies de las células para responder a la insulina, lo que permite la entrada de glucosa. En efecto, las células mueren de hambre, pero no tienen los medios para permitir la entrada de glucosa.

Algunas personas pueden tener una predisposición genética que hace que falle un receptor de insulina.

La resistencia a la insulina puede conducir a la diabetes mellitus tipo 2. Con este trastorno, el cuerpo produce suficiente insulina pero no puede usarla porque los procesos del receptor de insulina no absorben suficiente insulina, dejando altos niveles de glucosa en la sangre. Esta enfermedad puede provocar ceguera y enfermedades cardiovasculares.

El ejercicio puede mejorar la función de los receptores de insulina.

El consumo de grandes cantidades de alimentos azucarados puede provocar resistencia a la insulina en el cuerpo.

 

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