El adjetivo admisible se usa para indicar algo que es aceptable o válido por alguna razón. La clasificación de algo como permisible (por ejemplo, una conducta ) implica el cumplimiento de ciertos requisitos o condiciones. Estos requisitos pueden ser de orden legal o moral.
Prueba admisible e inadmisible en el ámbito de la justicia
Al juzgar a cualquier individuo, el juez debe basarse en pruebas contundentes. Sin embargo, no todos los hechos probados son legalmente admisibles. Debe aclararse que la obtención de pruebas debe realizarse dentro de la ley, de lo contrario la prueba se considerará inadmisible.
Esta circunstancia genera situaciones curiosas y paradójicas, ya que pueden existir pruebas contundentes en contra de alguien, pero no tiene validez legal porque la ley las considera inadmisibles por algún motivo (por la forma en que fueron obtenidas o porque van en contra de las garantías legales establecidas) . Desde un punto de vista legal, solo se permiten ciertos tipos de evidencia.
Ciertos procedimientos legales son válidos y otros no, circunstancia que afecta a las apelaciones (solo ciertas apelaciones son admisibles según la ley).
l comportamiento de los demás se considera admisible o inadmisible de acuerdo a nuestros principios morales.
Cuando digo que no pagar impuestos es un comportamiento inaceptable, expreso dos posibles ideas:
1) Que es una acción contraria a la ley;
2) Que moralmente me parece inaceptable no cumplir con las obligaciones tributarias.
En consecuencia, mi declaración tiene una dimensión jurídica y moral. Nuestros principios morales son los que nos permiten decir si algo es bueno o malo, es decir, admisible o inadmisible.
Son admisibles las conductas consideradas buenas y que estén asociadas a un valor moral particular ( justicia , lealtad o generosidad). Los comportamientos que se evalúan como inmorales, injustos, independientes o egoístas son inaceptables.
Sin embargo, en determinadas ocasiones, es difícil determinar si algo es moralmente admisible o no.
Si pensamos en la eutanasia, hay personas que apoyan el derecho a morir con dignidad (consideran esta práctica éticamente aceptable), mientras que para otros la eutanasia es totalmente inaceptable.
En lenguaje coloquial es común escuchar la exclamación "¡Esto es inaceptable!". Esta expresión se suele utilizar para indicar que una situación es totalmente injusta.
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