Arzobispo: Roles y responsabilidades en la jerarquía eclesiástica
En la gran mayoría de doctrinas religiosas existe un modelo organizativo con estructura jerárquica. Este esquema es especialmente aplicable a las religiones monoteístas, ya que en todas hay un dios todopoderoso, un clero organizado y un grupo de creyentes.
Centrándonos en la Iglesia Católica, la mayor autoridad religiosa es el Papa o Sumo Pontífice. Debajo de él hay una serie de cargos importantes: cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes y diáconos.
La figura del arzobispo en el catolicismo
Este término proviene del griego, más específicamente de la palabra archiepiskopos (el prefijo arche significa primero y episkopos significa lo que supervisa). Por tanto, este miembro de la iglesia tiene la función de ejercer el liderazgo entre los fieles.
El obispo y el arzobispo son posiciones similares, pero con algún aspecto diferenciador.
Mientras que el obispo es el principal responsable de una diócesis o jurisdicción eclesiástica, el arzobispo es quien ejerce esta misma función en una diócesis más relevante o bien para ejercer sus funciones en un territorio más extenso (por esta razón su diócesis es una arquidiócesis, de la cual se convierte en la capital de una provincia eclesiástica).
Cuando un obispo es nombrado arzobispo recibe un título honorífico, es decir, una distinción. Por encima de este nivel jerárquico están los cardenales, que tienen las siguientes funciones: participar en la elección de un nuevo Papa, colaborar en el gobierno de la Iglesia y asesorar al Sumo Pontífice durante su mandato.
Basado en la doctrina católica, en materia de fe, tanto el obispo como el arzobispo cuentan con la asistencia del Espíritu Santo. Esto surge de una realidad teológica e histórica: los apóstoles que siguieron a Jesucristo recibieron el carisma de la verdad. Se puede decir que el clero católico realiza las mismas funciones que los apóstoles de la época de Jesucristo.
Funciones específicas de los obispos y arzobispos
Además de las cuestiones doctrinales, ambas posiciones tienen roles específicos:
1) explicar y enseñar a los fieles los aspectos más relevantes de la fe católica;
2) supervisan la acción de los párrocos;
3) supervisar las enseñanzas en seminarios y en diferentes organizaciones educativas;
4) realizar un seguimiento de las escrituras publicadas en su jurisdicción;
5) ejercer la máxima autoridad en una diócesis o arquidiócesis.
Todo ello debe ir acompañado de un comportamiento ejemplar basado en la caridad, la humildad y la santidad.
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