Carisma: Explorando el Atractivo Personal y Carismático
El carisma es un rasgo de la personalidad que en realidad es bastante difícil de definir, porque nadie está seguro de lo que realmente implica. Alguien a quien se describe como "carismático" generalmente se considera que tiene una personalidad muy encantadora y persuasiva, ya menudo se lo ve como un rasgo casi sobrenatural, siendo estos individuos comunicadores notablemente hábiles que a menudo pueden ser bastante convincentes. Un individuo notable que a menudo se describió como carismático fue el ex presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy.
Se dijo que el presidente John F. Kennedy era muy carismático.
La palabra "carisma" fue utilizada originalmente por miembros de la fe cristiana. Viene de una palabra griega que significa “favor divino” y se usó para describir a personas como Cristo que eran capaces de crear milagros divinos. En su encarnación anterior, el término tenía mucho menos que ver con el liderazgo y las habilidades de comunicación, y mucho más con poderes inusuales o extraordinarios que sugerían que el individuo era favorecido por Dios o los santos.
Escultura de Martin Luther King Jr., conocido por su carisma.
La idea del carisma como rasgo de personalidad fue introducida a principios del siglo XX por Max Weber, un destacado sociólogo alemán que estudió la sociología del gobierno y el liderazgo. Señaló varios ejemplos de tales líderes de varias naciones, y el término comenzó a adquirir vida propia. Hoy en día, los líderes y funcionarios del gobierno a menudo se describen como carismáticos, al igual que los funcionarios religiosos prominentes, y en ocasiones, se puede considerar que un individuo común también tiene este rasgo.
Alguien con carisma tiene una personalidad que es casi magnética, combinada con excelentes habilidades de comunicación. Cuando las personas se asocian con alguien que posee este rasgo, a menudo tienen una sensación de bienestar, satisfacción y seguridad que los hace felices de seguir al individuo. El carisma permite que alguien se conecte con muchas personas a nivel personal, prestando atención a los pequeños detalles para que se sientan más cómodos y para establecer una conexión personal que podría utilizarse más adelante.
Para los políticos, es un rasgo muy útil, porque les permite conectarse con los votantes y otros funcionarios. Mucha gente recuerda reuniones con políticos carismáticos durante meses o años, llevándose ese recuerdo a la cabina de votación con ellos. A estos políticos también les resulta más fácil hacer las cosas gracias a una extensa red de relaciones con personas que están dispuestas a ayudarlos.
Muchas figuras religiosas también son muy carismáticas y utilizan sus personalidades persuasivas para difundir el mensaje de la religión y la fe. El reverendo Billy Graham, por ejemplo, a menudo se describe de esta manera, al igual que Martin Luther King, Jr.
Las personas con carisma son muy encantadoras, persuasivas y magnéticas.
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