¿Qué es la soberanía alimentaria?
La soberanía alimentaria es una filosofía y una política social que sugiere que el poder de la producción de alimentos debería estar en manos del pueblo y no bajo el control de las corporaciones multinacionales. Al empoderar a los agricultores y las poblaciones regionales para que tomen decisiones sobre sus políticas de producción de alimentos, cocina y uso de la tierra, se supone que la soberanía alimentaria debe abordar una variedad de problemas de justicia social, desde el hambre hasta el racismo. Este concepto fue desarrollado por primera vez por Via Campesina, una organización internacional fundada en 1992 para ayudar a los movimientos campesinos y agrarios en lugares como América del Sur, Asia y África.
Las prácticas sostenibles de uso de la tierra garantizan que la agricultura continúe siendo productiva para las generaciones futuras.
Uno de los principios fundamentales de la soberanía alimentaria es que la alimentación es un derecho humano básico al que todos tienen derecho, pero que las poblaciones individuales deberían poder tomar sus propias decisiones alimentarias. Esto diferencia el concepto de soberanía alimentaria del de seguridad alimentaria; la seguridad alimentaria simplemente implica asegurar que todos tengan suficiente comida, mientras que la soberanía alimentaria promueve el consumo de alimentos saludables con base cultural. Esto está diseñado para promover la preservación de las culturas tradicionales y al mismo tiempo abordar los problemas de escasez de alimentos.
Los gobiernos que se comprometen con la soberanía alimentaria como política social deben estar preparados para promover la redistribución de la tierra, asegurando que la tierra esté bajo el control de las personas que la cultivan. La soberanía alimentaria también enfatiza un replanteamiento de la forma en que las personas piensan sobre los alimentos, alentando a las naciones a dejar de verlos como un simple producto comercializable y a promover métodos democráticos de producción de alimentos.
Los defensores de la soberanía alimentaria también están preocupados por la condición del medio ambiente. Las prácticas sostenibles de uso de la tierra son de vital importancia para preservar la Tierra para las generaciones futuras y garantizar que la agricultura siga siendo productiva. Muchas técnicas agrícolas tradicionales son muy sólidas en términos medioambientales y, en ocasiones, volver de la agricultura industrializada a estos métodos puede ayudar a que la tierra se recupere.
Esta filosofía también reconoce que la comida (o la falta de ella) se puede utilizar como arma y herramienta política. Vía Campesina y organizaciones similares quieren restaurar el poder de las comunidades campesinas dándoles más control sobre sus vidas, y la soberanía alimentaria es una forma de lograrlo. Las políticas creadas dentro del marco de la soberanía alimentaria desalientan a los terratenientes con posesiones masivas de tierra, al igual que los controles externos sobre la producción de alimentos como lo dicta el mercado global.
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