La Terapia del Espejo: Guía para su funcionamiento y uso.
La terapia del espejo es un tratamiento pionero y no invasivo para el tratamiento del dolor crónico . Como el término lo indica, la herramienta principal de esta terapia es un espejo desde el cual el paciente recibe retroalimentación visual con el fin de entrenar al cerebro para configurar un nuevo "mapa corporal". Este llamado mapa es simplemente la representación mental cableada que permite a una persona estar consciente de dónde se encuentra cada componente del cuerpo en todo momento, incluso en la oscuridad total. Este diagrama integrado también permite moverse de formas complejas sin tener que concentrarse conscientemente en cada paso a realizar.
El objetivo de la terapia del espejo es corregir las tergiversaciones en el mapa corporal que se desarrollan después de la pérdida de una extremidad.
El objetivo final de la terapia del espejo es corregir las tergiversaciones en el mapa corporal que se desarrollan cuando se produce una lesión o la pérdida de una extremidad. De hecho, esto es lo que se cree que causa dolor fantasma asociado con la pérdida de un brazo, pierna u otra parte del cuerpo, especialmente si la parte se vio afectada por el dolor antes de su extracción. La teoría es que el cerebro registra o recuerda el dolor en esa área específica y continúa enviando señales nerviosas, esperando recibir algo a cambio. En otras palabras, en ausencia de experimentar verdaderas sensaciones físicas en el área, el cerebro recurre a "llenar los espacios en blanco" basándose en la percepción errónea de que la parte del cuerpo que falta todavía está intacta.
Se pueden utilizar técnicas terapéuticas de espejo además de la fisioterapia.
La terapia del espejo también ha demostrado ser eficaz para aliviar el malestar asociado con trastornos de dolor no específicos, como el síndrome de dolor regional complejo (CRPS) o la distrofia simpática refleja (RSD). Nuevamente, en estos casos, es posible que el mapa corporal del cerebro se haya distorsionado. Sin embargo, en lugar de compensar la falta de una parte del cuerpo, el cerebro reacciona de forma exagerada a los estímulos, como la temperatura externa, la presión, los espasmos musculares o el simple movimiento.
La terapia del espejo es un tratamiento no invasivo para el manejo del dolor crónico.
Mientras practica la terapia del espejo, el paciente coloca la extremidad afectada en lo que se conoce como caja de espejo, que mantiene la parte lesionada fuera de la vista. A continuación, se coloca el miembro correspondiente y no afectado frente al espejo. Una configuración alternativa es hacer que el paciente se siente en ángulo recto frente a un espejo de modo que solo un lado del cuerpo se refleje hacia atrás. En cualquier caso, la idea es mover ambas extremidades de manera coordinada para que imiten el movimiento de la otra. Los estudios han demostrado que la mayoría de los pacientes suelen experimentar sensaciones en la extremidad oculta muy rápidamente después de comenzar este ejercicio.
Obviamente, se deben realizar adaptaciones durante la terapia del espejo para tener en cuenta las extremidades faltantes y las partes del cuerpo que no están emparejadas, como el torso. Sin embargo, esta terapia parece ofrecer resultados igualmente eficaces para estos pacientes. Además, la terapia del espejo puede ser prometedora como tratamiento eficaz para otras afecciones. Por ejemplo, se está explorando como un tratamiento potencial para facilitar la recuperación de accidentes cerebrovasculares, cirugías y lesiones por esfuerzo repetitivo.
Mira estos Artículos