¿Qué es una empresa comercial?
El establecimiento de un plan de negocios describe la misión y el propósito de una empresa comercial.
Una empresa comercial es una empresa de nueva creación que se forma con la expectativa y el plan de que se obtendrá una ganancia financiera. Muchos se refieren a este tipo de negocio como una pequeña empresa , ya que normalmente comienza con una idea que comienza con una pequeña cantidad de capital o finanzas. La mayoría de las empresas comerciales están respaldadas por uno o más inversores con la esperanza de que el negocio sea rentable.
En general, un emprendimiento empresarial nace de la necesidad de algo que falta en el mercado actual. Esta necesidad puede ser un servicio o producto que los consumidores solicitan o necesitan para un propósito particular. Una vez que se identifica la necesidad, la empresa puede ser iniciada por un inversionista inteligente o un pequeño empresario que tenga los recursos y el tiempo para desarrollar y comercializar el nuevo producto en el mercado abierto.
La mayoría de las empresas comerciales se crean a partir de la necesidad de un producto o servicio, como un negocio de entrega de comestibles en un mercado donde no existe.
Lo más probable es que una empresa comercial sea financiada inicialmente por un inversor, que a menudo es el propietario de la pequeña empresa o el creador de la idea. Una vez que se crea la empresa, otros inversores pueden participar proporcionando apoyo y capital de riesgo para financiar un mayor desarrollo y aumentar el conocimiento de la empresa con la intención de que todos los inversores compartan un mayor beneficio. En este escenario, la organización es en realidad una empresa comercial compartida, ya que más de una parte está involucrada en el proceso.
Al comienzo de una empresa comercial, se recomienda que se redacte un plan de negocios formal para delinear el propósito y la misión de la empresa para el futuro. Un plan de negocios eficaz también incluirá un proceso medible para identificar capital comercial adicional , aumentar la rentabilidad y redactar un plan de escape en caso de que el negocio falle. Muchas empresas nuevas fracasan en el primer o tercer año de su creación, por lo que es vital incluir un plan para disolver la empresa si es necesario para reducir las pérdidas financieras.
Una pequeña empresa también puede optar por hacerse pública después de un cierto período de crecimiento, lo que permite a los inversores de empresas comerciales adicionales, en forma de accionistas públicos, participar en el éxito de la empresa en su conjunto. Alternativamente, la pequeña empresa puede optar por seguir siendo una empresa privada para mantener el control sobre las decisiones que afectan sus operaciones y dirección diarias.
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