Descubre las funciones y ventajas de un arquitecto empresarial.
Un arquitecto empresarial también puede centrarse en recopilar y analizar datos generados por una empresa.
Cuando una empresa desea mejorar sus operaciones y optimizar la productividad o los recursos laborales, puede contratar a un arquitecto empresarial para lograr esos objetivos. En lugar de centrarse en el negocio diario de una empresa, este arquitecto suele analizar alguna capa de la estructura de la empresa, con la esperanza de mejorar las operaciones. La mayoría de las veces, las principales preocupaciones de un arquitecto empresarial son la tecnología de la información utilizada dentro de una empresa, la información y los datos que genera esa empresa y la estructura laboral operativa de la empresa.
Se requiere experiencia para mantener la integración de tecnologías de información complejas dentro de una empresa. Por ejemplo, una escuela con el objetivo de aumentar la correspondencia de los maestros puede querer darles a todos sus maestros computadoras portátiles que se conecten a un servidor central, y un arquitecto empresarial podría ser responsable de que esto suceda. Además de la tecnología física, la implementación de este sistema probablemente requeriría un plan bien concebido y estrategias de uso de tecnología a largo plazo. Para integrar eficazmente esta tecnología, también se puede esperar que un arquitecto empresarial capacite a los miembros del personal o ayude a construir el marco inicial de un nuevo sistema. Esto podría incluir la introducción de software, hardware o sistemas de información, así como el análisis y la mejora constantes de esos sistemas.
Un arquitecto empresarial también puede centrarse en recopilar y analizar datos generados por una empresa. Ejemplos de esto podrían ser la cantidad de correos electrónicos enviados o el ancho de banda utilizado por las operaciones de una empresa en el transcurso de un año. El propósito de centrarse en este tipo de gestión y análisis de datos es a menudo encontrar puntos débiles en el marco donde se podrían realizar mejoras y se podrían reelaborar las operaciones para optimizar la eficiencia. Además, se le puede pedir a un arquitecto empresarial que proporcione experiencia sobre la información generada por una empresa, convirtiendo marcos complejos en conceptos de lenguaje común.
Fuera de la gestión de la tecnología y la implementación de sistemas, un arquitecto empresarial podría ser responsable de analizar y mejorar la organización subyacente de la estructura de la fuerza laboral de una empresa. Por ejemplo, una tienda minorista necesita gerentes, trabajadores manuales y asociados de ventas para operar, y se administran dentro de un marco operativo. Un arquitecto empresarial podría ser responsable de monitorear y mejorar la organización de estos trabajadores, probablemente con el objetivo de optimizar la eficiencia y la productividad. De manera similar a la implementación de sistemas de tecnología de la información, el análisis cuidadoso de los trabajadores requiere recopilar datos y considerar una multitud de variables.
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