Una enfermera de urología atiende a pacientes con problemas del tracto urinario en un hospital, clínica de urología o consultorio médico privado. Una enfermera realiza evaluaciones iniciales de los síntomas, ayuda a los médicos con los procedimientos de diagnóstico y tratamiento, y brinda servicios de asesoramiento y educación al paciente. Los profesionales atienden a pacientes que tienen infecciones del tracto urinario, cálculos renales, cánceres, prostatitis o cualquier otra afección específica. Muchas enfermeras de urología están capacitadas para realizar chequeos y atender ciertas afecciones comunes sin tener que consultar primero con los médicos.
Las enfermeras de urología pueden atender a pacientes que tienen cálculos renales.
Cuando un paciente es referido a un especialista para el cuidado del tracto urinario, generalmente él o ella se reúne primero con la enfermera de urología. La enfermera revisa los signos vitales, registra información sobre los síntomas y realiza un examen físico básico. Él o ella transmite los hallazgos a un urólogo y ayuda a determinar las pruebas más apropiadas para realizar o los medicamentos que debe proporcionar. La enfermera ayuda al paciente a comprender las razones de las diferentes pruebas y el significado de los resultados. Antes de salir del centro de urología, la enfermera explica la importancia de una higiene adecuada y de seguir las indicaciones del médico para evitar problemas recurrentes.
Una enfermera de urología pediátrica brinda servicios de tratamiento de diagnóstico para pacientes menores de 18 años.
Si bien muchas enfermeras de urología brindan atención experta para todo tipo de pacientes, algunos profesionales optan por especializarse trabajando con una determinada población, como mujeres o ancianos. Una enfermera de urología pediátrica brinda servicios de diagnóstico y tratamiento para pacientes menores de 18 años, lo que requiere conocimientos especiales y un tipo de personalidad particular. El desarrollo del tracto urinario y reproductivo de los niños se ve afectado de manera diferente por virus, bacterias y otras anomalías, y una enfermera debe encargarse de determinar las acciones apropiadas a tomar. Además, una enfermera de urología pediátrica debe poder comunicarse de manera eficaz con los niños para ayudarlos a comprender sus afecciones y mantener la calma en la sala de exploración.
Una enfermera de urología verifica los signos vitales y realiza exámenes físicos básicos.
Una persona que está interesada en convertirse en enfermera de urología generalmente necesita recibir un título de asociado o licenciatura, aprobar un examen para obtener credenciales de enfermera registrada y adquirir experiencia en un puesto de enfermería general. Algunas regiones requieren que los futuros enfermeros en urología asistan a clases de educación continua y tomen exámenes adicionales para obtener la certificación antes de ingresar a la especialidad. Con experiencia y las credenciales adecuadas, una enfermera puede postularse para puestos en clínicas, consultorios privados y hospitales generales.
Las enfermeras de urología a menudo tienen la tarea de redactar recetas para medicamentos.
Muchas enfermeras de urología deciden seguir una maestría para convertirse en enfermeras practicantes o especialistas en enfermería clínica. Con un título avanzado, una enfermera generalmente puede proporcionar muchos de los mismos procedimientos de diagnóstico y tratamiento que los urólogos realizan con regularidad, incluida la redacción de recetas para medicamentos. Una enfermera con experiencia también puede optar por ocupar puestos administrativos en un hospital, donde puede ayudar a desarrollar nuevas políticas y estrategias de tratamiento para pacientes de urología.
La presencia de una infección del tracto urinario puede causar fiebre en los bebés.
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